LAS TÉCNICAS HIPOPRESIVAS VERSUS KEGEL, CRUNCH, TUPLER Y OTROS

Los ejercicios abdominales o perineales que se realizan voluntariamente, tipo Kegel, Pilates, Crunch y Tupler son de interés para mejorar la fuerza de estos grupos musculares. Aunque conviene tener en consideración que la principal característica de la faja abdominal y del suelo pélvico no es precisamente la fuerza sino el tono.

Son grupos musculares que deben aguantar, soportar y no están diseñados para hacer movimiento. Los ejercicios de contracción voluntaria, de fuerza, deben recomendarse con moderación pues no tiene en consideración la histología y la neurofisiología de esta musculatura.

La musculatura que forma la faja abdominal y el periné no es igual que la que conforma los músculos esqueléticos que se insertan en hueso, denominados también fásicos, como el cuádriceps, el bíceps o el deltoides que tienen una proporción importante de fibras de fuerza, tipo II y con una inervación preponderantemente voluntaria. Al colocar una aguja de electromiografía (mide la actividad muscular) en el cuádriceps de una persona sentada observamos que no hay actividad muscular en reposo puesto que la inervación es mayormente voluntaria y cuando la persona contrae voluntariamente es cuando se observa actividad muscular.

La faja abdominal y el periné son músculos parietales (tienen como función hacer de pared para sujetar, hacer de contención) tienen un tejido conjuntivo abundante y un porcentaje elevado de fibras pequeñas, de tono, tipo I. Esta composición es adecuada para que estas fibras puedan estar activas de manera refleja durante mucho tiempo sin fatiga y poder así cumplir eficientemente su función. Al colocar la aguja de electromiografía en la faja abdominal o en el periné de una persona sentada observamos que siempre hay cierta actividad electromiográfica. Las pequeñas fibras están en acción.

El respeto a la composición y a la inervación de estos grupos musculares, entiendo que pasa por que sean entrenados de manera refleja, que se provoque su contracción involuntariamente. Esta necesidad se pone en evidencia al observar que una mayoría de las personas que hacen mucho entrenamiento voluntario de la faja abdominal, ejercicios abdominales normales tipo crunch y también las personas que entran el abdomen voluntariamente como recomienda Julie Tupler y como se viene haciendo en otros métodos, cuando estas personas están de pie o sentadas relajadamente se observa, en algunas de ellas, una distensión del abdomen y si bien saben muy bien entrar voluntariamente el abdomen o tensar conscientemente este grupo muscular (tienen buen tono de esfuerzo), cuando están de pie o relajadamente sentadas se aprecia un abdomen algo o bastante prominente que denota claramente que tienen muy poco tono de reposo.

Se observa también que cuando tosen, gritan o hacen un esfuerzo, en el que no hay un antecedente voluntario de contracción del abdomen, debido a la presión interna y a la mala gestión que hacen las pocas fibras pequeñas, la barriga va hacia afuera y el suelo pélvico va hacia abajo. Esto es el primer síntoma de lo que puede ser más adelante una incontinencia urinaria y/o prolapso de vejiga, útero y/o recto en las mujeres.

La comunidad fisioterapéutica sugiere, desde hace años, la necesidad de un cambio en los métodos de entrenamiento de la musculatura abdominal. Esta necesidad está fundamentada y corroborada por los recientes resultados de investigaciones en el campo de la fisioterapia que estudian diversos factores anatómico-funcionales, fisiológicos o neurológicos que afectan a la unidad abdomino-diafragmática y que apuntan hacia un cambio del modelo en el entrenamiento abdominal.

Fruto de esta necesidad surgen las Técnicas Hipopresivas, creadas en 1980 por el doctor Marcel Caufriez y orientadas al ámbito de la recuperación post-parto. Estas técnicas engloban las que el propio creador llama Gimnasia Abdominal Hipopresiva. Los beneficios reportados por estos ejercicios físicos durante el puerperio apuntan a que pueden ser considerados como un referente para adaptar este método hipopresivo al ámbito de la actividad física saludable como método preventivo, de logros estéticos y de tonificación.

Al observar y ejecutar las Técnicas Hipopresivas se puede sentir fácilmente como la actividad muscular que se percibe en la faja abdominal y el suelo pélvico es refleja, no es voluntaria y esta es la gran diferencia de las Técnicas Hipopresivas con otros métodos como el de Tupler, Kegel, los tradicionales abdominales y otros que activan de modo voluntario estos grupos musculares.

El tipo de ejercicio aplicado a los músculos debe tener siempre en consideración el objetivo que se desea lograr (aumento de la fuerza, del trofismo o del tono muscular), su histología, su neurología y las funciones principales de los mismos.

Entrenar una faja abdominal o un periné, grupos musculares parietales tónicos, que suelen presentar una hipotonía postural, es decir, un déficit de la actividad postural en reposo, mediante ejercicios fásicos, voluntarios y contra ciertas resistencias, lleva inevitablemente a una disminución aún más importante del tono postural y ello hará que la persona, en reposo, se vea con poco tono y con más barriga.

Piti Pinsach

D.E.A. Morfología Médica

Ldo. Ciencias de la Actividad Física