El principal beneficio que encontramos al complementar el running con el yoga es sentir el placer de correr en total armonía con el cuerpo. Conozcamos algunos de los beneficios tangibles que el yoga ofrece a los atletas: flexibilidad, fortaleza, equilibrio…YogaFLEXIBILIDAD

Mucha gente piensa en el yoga como una forma primaria de hacer estiramientos. No por casualidad la flexibilidad es un componente importante en la práctica contemporánea del yoga en occidente y ha hecho que se convierta en una de las “disciplinas” más demandadas en los gimnasios.

Practicar asana ayudará a estirar la musculatura acortada y rígida, y permitirá que ésta recupere su rango completo de movimiento. Los músculos rígidos tienen más tendencia a sufrir lesiones, en forma de sobrecarga, distensiones o hasta rotura de fibras.

Relajar mediante estiramiento estos puntos de rigidez no solo ayudará a prevenir tales lesiones, sino que también ayudará a sanar las reincidentes, permitiendo que el cuerpo se mueva y exprese de forma libre, no rígida, mientras corremos.

El estiramiento muscular llevará también a nuestras articulaciones a moverse en su rango natural de movimiento, que normalmente hemos perdido si no lo hemos utilizado regularmente. Una mayor libertad de movimientos significa mayor economía, ya que podremos encontrar el camino y el ritmo más eficientes para mover nuestro cuerpo.

El estiramiento permite la elongación de las fibras musculares. Ya que las fibras se han acortado durante el esfuerzo y en respuesta a la acumulación de ácido láctico, esto nos ayudará a empezar de nuevo con unas largas y relajadas fibras musculares que se podrán contraer más y, por tanto, generarán mayor fuerza y dinamismo.

El estiramiento muscular ayudará también a nuestro cuerpo a procesar el lactato después del ejercicio y puede mejorar la oxigenación del músculo.

Pero la diferencia importante entre la práctica de asana y una rutina de estiramientos sin más es la toma de consciencia, la escucha, la observación, la total atención a nuestro cuerpo y la coordinación de su ejecución con la respiración.

Más allá de la flexibilidad puramente física, el yoga cultiva también la flexibilidad de la mente. La práctica de posturas, pranayamas, relajación y meditación en conjunto potencian la focalización y la vivencia del momento presente.

Alejándonos de las memorias del pasado o de las proyecciones hacia el futuro, podemos encontrar la satisfacción y la felicidad del aquí y ahora.

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Ricard Sarrate