Eugeni Prieto está llevando una temporada magnífica, superándose carrera a carrera y lo más importante es que lo hace tan sólo para ver esa sonrisa de LAIA.
El viernes iniciábamos un viaje hacia Vitoria ya que el domingo se disputaba el triatlón de larga distancia.
Era una prueba que realmente me hacía especial ilusión, ya que a pesar de no estar catalogado como Ironman, si que la infraestructura de la prueba es igual de espectacular: Organización, animación y participación.
Así pues viernes marchábamos familiares y amigos hacia Vitoria pero con un nerviosismo añadido: el día antes quise salir a entrenar un poco y me hice daño. ¡MIERDA! Una de las pruebas que más ilusión me hacía se veía colgada de un hilo con la gran incógnita de no saber si podría terminarla.
Ya no podía hacer nada así que solo llegar a Vitoria fuimos a la Expo y buscamos un fisio. No encontrábamos nada… pero finalmente nos dieron el contacto de un fisio que hacía acupuntura china y que el sábado de forma “extra” me cogería e intentaría ayudarme. Realmente le debo a Iñaki mucho, me salvo y aparte me trato como si fuera cliente suyo de toda la vida.
Salí de la consulta contento pero evidentemente con el miedo en el cuerpo porque no tenía claro que el domingo estuviera al 100%. ¡Eran 3.8km swim 180km bike y 42km run!
Pero nada más podía hacer, creer en ese masaje y aquellas agujas y sobre todo conmigo mismo.
Domingo 5:00 am suena el despertador.
Ha llegado el día, me hago una friega en el abductor, me visto y desayuno un zumo y un bocadillo pequeño de jamón. Se nota el nerviosismo entre todos los triatletas del hotel, a las 05:45 h nos recoge el bus que nos llevará hacia Landa (lago donde se hará el swim).
Tengo frío, estoy nervioso, el ambiente es espectacular y eso anima mucho. Toca empezar… 8:30 entro al agua. Las sensaciones son muy buenas y termino el tramo de swim con un tiempo de uno y trece horas. Salgo y me preparo para la bike, mientras me cambio me bebo un batido hipocalórico, cojo la bici y empiezo a pedalear los 180km.
Realmente se hacen duros, no es un recorrido llano, pero estoy contento porque no me duele la pierna y eso es un punto que me anima. Durante la bici me como dos barritas y voy bebiendo isotónico. Después de 5:24 h termino el tramo de la bici.
Me siento muy bien, dejo la bike y empiezo los 42km run. Ahora sí, con un poco de miedo por cómo me reaccionará la pierna. Sólo iniciar a correr me bebo otro batido hipocalórico que me dan los que me acompañan.
Voy corriendo y me siento muy bien pero en el km 8 me coge una rampa muy fuerte. Tengo que parar… no puedo seguir me siento y me hago un masaje. Un juez de la carrera me ayuda y con un poco de movimiento parece que mejoro. Sigo corriendo me como un plátano, de hecho durante la carrera a pie me terminé comiendo 4 plátanos.
Me hidrato muchísimo bebiendo isotónico que me van dando mis asistentes y también de la propia carrera y me tomo en su último giro (km 32) unas sales porque como es normal en mí las rampas están demasiado presentes.
La animación de la gente hace que me “olvidé” del dolor de los calambres acabando la maratón en 03:37 h y entrando en meta con un tiempo total de 10:22 h.
Realmente muy contento porque aparte de poder disfrutar de la carrera sin notar la lesión, me supero a mí mismo haciendo sub 10:30 h.
Gracias a todos los que cree en mí y en nuestro proyecto, a los patrocinadores: SportVicious, Nutrisport, Taymory, Recupera’t fisioterapia y nutrición, Vermuts Miró, Tuga, Sailfish, Suunto, Restaurante Vermuts Rofes, Construcciones Priar, Rocanys Aguardientes y a todos los colaboradores.
Sobre todo gracias a todo mi equipo, a mi familia que sin su apoyo no sería posible.
¡A por la próxima!
Eugeni Prieto Soria
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